Cuando parar te parece un fracaso: el síndrome de la mujer que no se permite descansar.
- laura callejo
- 9 ago
- 1 Min. de lectura

Si alguna vez te sentiste culpable por descansar, no estás sola.
Nos han enseñado que parar es rendirse. Que el valor está en producir, en aguantar, en seguir.Y nosotras… aprendimos demasiado bien.
El problema no es que trabajes mucho.
El problema es que tu cuerpo no está diseñado para funcionar sin pausa.
Desde la PNIE sabemos que:
El estrés crónico activa de forma continua tus glándulas suprarrenales.
Esto genera una cascada de cortisol elevado, inflamación y agotamiento sistémico.
Llega un momento en que el cuerpo deja de responder, y ahí aparece la fatiga suprarrenal.
Tu cuerpo no es flojo. Está exhausto.
Parar no es fracasar. Es sobrevivir.
Descansar es una necesidad biológica, no un capricho.Pero para muchas mujeres, es la última cosa en la lista.
¿Por qué?
Porque detrás del agotamiento hay una creencia profunda:
“Si me detengo, dejo de valer.”
Hoy quiero recordarte esto:
Parar no te resta. Te repara.
Descansar no es debilidad, es sabiduría.
No hay salud posible en un cuerpo que no se escucha.
Si este post te remueve, no lo ignores.
He creado una newsletter para que empecemos a parar juntas, suave, sin culpa y con ciencia.
Suscríbete aquí y recibe recursos, reflexiones y microdescansos semanales:👉 mi newsletter
Frase para cerrar:
"No estás fallando si te cansas. Estás fallando si no te permites descansar."
Comments