“No estás loca, estás agotada: lo que el burnout femenino no dice”
- laura callejo
- 31 ago
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 2 sept

¿Te has dicho alguna vez: “Debe de ser cosa mía, no tengo fuerza de voluntad, soy débil”?Quiero que respires conmigo y escuches esto: no estás loca, estás agotada.
El burnout femenino tiene una raíz mucho más profunda de lo que nos cuentan. No es solo “estrés laboral”:
Es cargar con dobles y triples jornadas invisibles (trabajo, familia, cuidados).
Es vivir bajo un modelo de exigencia constante donde parar se siente un fracaso.
Es que tu sistema nervioso lleva meses —o años— en modo alerta.
🔬 Desde la Psiconeuroinmunología (PNIe) lo sabemos: el cortisol crónicamente elevado bloquea tu capacidad de descansar, inflama tu cuerpo y altera tus hormonas.Y no, no es una cuestión de fuerza de voluntad. Es biología.
Te cuento mi pripio testimonio: "Me levantaba cansada, trabajaba y vivía en automático, con la mente nublada y por la noche solo quería desaparecer en la cama si mi hijo me lo permitía... Creía que era flojera… hasta que entendí que era burnout."
Lo que no te dicen del burnout femenino:
No eres perezosa: tu cuerpo está en modo supervivencia.
No es normal vivir cansada: la fatiga no es tu estado natural.
No se arregla con más café o suplementos mágicos: se trata de reconectar contigo y dar a tu cuerpo señales de seguridad.
Microplan diario para empezar a salir del burnout
🔆 Mañana – Activa tu sistema nervioso parasimpático
Antes del café, haz 3 ciclos de respiración 4-7-8 (inhala 4, retén 7, exhala 8).
Súmale 5 giros de cuello y hombros para liberar tensión cervical.
Si puedes, abre la ventana y toma 5 min de luz natural: regula tu ritmo circadiano y mejora tu inmunidad.
🍲 Mediodía – Movimiento + nutrición antiinflamatoria
Dedica 10 min a yoga suave: posturas como cat-cow (moviliza columna y baja cortisol) y child’s pose (postura del niño para resetear mente).
Caminar 5-10 min al aire libre si es posible.
Comida ligera con proteína limpia (pescado, legumbre, huevo) y muchas verduras de colores. La inflamación baja cuando equilibras tu plato.
☕ Tarde – Energía estable sin azúcar
Cambia el café extra por té verde o infusión de cúrcuma y jengibre.
Merienda antiinflamatoria: fruta fresca + puñado de nueces o almendras + 1 trozo pequeño de chocolate negro 85%.
Haz 3 min de respiración cuadrada (inhala 4, retén 4, exhala 4, retén 4). Es un reset express para tu sistema nervioso.
🌙 Noche – Cierra el día con pausa y reparación
Apaga pantallas 30 min antes de dormir.
Ritual sencillo: estiramiento de piernas contra la pared + respiración abdominal.
Escribe 3 frases de gratitud o logros pequeños del día (aunque sea: “hoy me detuve 2 min a respirar”).
Cena ligera y antiinflamatoria: crema de verduras + proteína suave + grasas buenas (aceite de oliva, aguacate).
Recuerda: tu cuerpo no necesita más exigencia, necesita señales de seguridad y cuidado. Volver a ti no es un lujo: es tu medicina preventiva y tu urgencia emocional.
Si sientes que ésto te toca, empieza con mi microplan diario de autocuidado. Lo tienes aquí en mi newsleter




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